martes, 12 de febrero de 2008

Entrada al 2008 (I)


Principalmente, para quienes leyeron mi ultima entrada, les deseo contar que la demora en la redacción de una nueva fue más bien porque... Mitad, la estaba pasando muy bien, mitad, no tenía computadoras y conexión a internet habilitadas donde me encontraba. Así que me disculpo.

Es tarde, mmm... pocas ganas de estar despierto pero aun menos de estar dormido. Las gotas interminables, constantes de sudor -y sin explicaciones- interno y externo, provocan serias llagas en un alma con ganas de comenzar a hacer algo. La mezcla de tensión y desorientación de no saber a donde uno pertenece, ni donde tiene uno su hogar me recuerda a una cancion de Drexler que escuché tarareada de un compañero. Así, extraña y muy estúpidamente me siento con ganas de recomenzar, de tener actividad. Me la busco, y no la encuentro.

Vuelvo de un tiempo de extraña procedencia, una busqueda de ese placer ingenuo, de ese placer infantil, y porqué no, de ese placer de padre, de madre, al ver a su niño. Vengo de una idea vaga, de un sentimiento pardo. Pero vengo con la templanza de comprender, la alegria de decidir, la tristeza de predecir, la mala suerte de saber lo pequeño de este mundo.

Estampada en la frente la perdición, como llama de fuego. Así llegué a mi casa esa tarde. Volvía d la capital, aireado, con la garra que le mete uno cuando comienza el año y quiere que salga todo de pinturita, así bajaba del bus.

Mi mayor estadía en vacaciones fue en casa de mis padres. Y fue en estos lugares donde puedo decir que mi forma de deleitarme cambió, mutó. Retuve tres golpes, mantuve tres relaciones, contemplé dieciocho años de pura y exclusiva mano ajena, de construcción exacta, de idealización perfecta. Como si todo hubiese sido planeado, asi me sentia, ajeno al mundo, contando las palabras como gotas, como lagrimas en un vaso. Una ruptura, un enlace, y fue tanto como si fluyese la energia entre mi, como si fuese un transformador, y pasando la energia de uno a otro, sentí mi tan esperado momento de placer, que solo anhelaba disfrutar antes de mi vuelta a los estudios.

Lo anterior, y algún que otro sueño revelador, algún Deja Vu repentino, y muchas pero muchas situaciones torpes, engorrosas y hasta diría yo estresantes e hirientes tuve el coraje acobardado nato de convivir. Pero que explicaré en proximas entregas ya que aqui relataré mis sentimientos, no mis actos.

Es como si se imaginasen una cubeta con agua, tomen este momento para imaginarsela de un color transparente, y el agua, pues tambien. Como forma indefinida pero indiscretamente cilindrica. La comienzan a expandir hasta llegar a un punto en que estan dentro de ésta. Asi será mi relato, como una corriente de ideas trasmitiré lo que sentí, lo que oculté, lo que demostré, mientras me ahogaba yo mismo en mis pensamientos, en mi mente tan voluptuosa, tan inutilmente grande. Y de repente alguna gota ensordecerá sus oidos. Pero todo será de segundos ya que es mio, ustedes solo se lo imaginan, yo lo vivo.

Entrados en la corriente, que se precipiten las mareas.